Introducción al papel de los criterios del CAD/OCDE en la evaluación de impacto

En el panorama global actual, la evaluación efectiva de las iniciativas de desarrollo sigue siendo un desafío crítico. El CAD de la OCDE para la cooperación internacional para el desarrollo sirve como piedra angular y proporciona estándares y directrices esenciales para medir, evaluar y presentar informes sobre la asistencia oficial para el desarrollo. Específicamente en la evaluación de impacto, los marcos y metodologías del CAD de la OCDE ofrecen herramientas invaluables para evaluar los resultados y la efectividad de las intervenciones de desarrollo, permitiendo a las partes interesadas tomar decisiones basadas en evidencia, optimizar la asignación de recursos y, en última instancia, impulsar un impacto significativo y sostenible en la búsqueda del desarrollo global. objetivos. Sin embargo, a pesar de su importancia, aprovechar de manera óptima los criterios del CAD/OCDE plantea varios desafíos, que van desde adaptar los métodos de evaluación a contextos humanitarios complejos hasta garantizar la rendición de cuentas y la transparencia durante todo el proceso.

Comprender los orígenes y la importancia de los criterios del OCDE/CAD

El camino hacia la utilización de los criterios del CAD/OCDE comenzó en 1991, cuando el Comité de Asistencia para el Desarrollo estableció principios generales para guiar los procesos de evaluación. Estos principios, posteriormente refinados hasta convertirse en criterios, se han convertido desde entonces en un estándar para evaluar las iniciativas de desarrollo.

La adopción generalizada de estos criterios simplifica la síntesis de la evaluación, identifica debilidades comunes en las acciones humanitarias y fomenta la colaboración global entre los evaluadores.

Estos seis criterios OCDE/CAD abarcan las siguientes preguntas:

  • Criterio 1: Efectividad, ¿la intervención está logrando sus objetivos?
  • Criterio 2: Impacto, ¿qué diferencia hace la intervención?
  • Criterio 3: Eficiencia, ¿qué tan bien se utilizan los recursos?
  • Criterio 4: Relevancia, ¿la intervención está haciendo lo correcto?
  • Criterio 5: Coherencia, ¿qué tan bien encaja la intervención?
  • Criterio 6: Sostenibilidad, ¿perdurarán los beneficios de la intervención?

Aprovechar el poder de la evaluación de impacto

El objetivo central de emplear los criterios del CAD/OCDE es realizar evaluaciones de impacto de manera sistemática. La evaluación de impacto implica evaluar los resultados directos de las intervenciones, proporcionando evidencia empírica sobre su efectividad.

No solo orienta los procesos de toma de decisiones, sino que también facilita el aprendizaje y la rendición de cuentas, permitiendo a las organizaciones perfeccionar sus estrategias y apoyar mejor a las comunidades afectadas.

Un examen sistemático e imparcial de la acción humanitaria tiene como objetivo extraer lecciones para mejorar las políticas y las prácticas, mejorar la rendición de cuentas y tiene las siguientes características:

  • Es encargado por, o en cooperación con, la(s) organización(es) cuyo desempeño se está evaluando.
  • Lo lleva a cabo un equipo de no empleados (externo) o un equipo mixto de no empleados (externos) y empleados (internos) de la organización encargada y/o de la organización que se está evaluando.
  • Evalúa políticas y/o prácticas en función de criterios reconocidos (por ejemplo, los criterios del CAD).
  • Articula hallazgos, saca conclusiones y hace recomendaciones: cosas que una organización puede tomar y convertir en un plan de acción.
  • Va más allá de describir o medir los impactos que han ocurrido y busca comprender el papel de la intervención en producirlos (atribución causal).
  • Utiliza una variedad de métodos para identificar la atribución causal y examinar los impactos no deseados.

En contextos humanitarios, evaluar el impacto plantea desafíos únicos. Desde el acceso a informantes clave en entornos volátiles hasta el manejo de consideraciones éticas y dinámicas de poder, las evaluaciones humanitarias requieren una planificación y adaptación cuidadosas.

La urgencia de la respuesta requiere además una evaluación rápida para informar la toma de decisiones oportuna.

El contexto juega un papel crucial a la hora de implementar una evaluación. Las evaluaciones humanitarias suelen realizarse durante períodos de graves perturbaciones que, en el caso de emergencias complejas, pueden prolongarse, por lo que:

  • Acceder a informantes clave puede ser un desafío. Las personas se mueven y cambian de ubicación, lo que hace que sea un desafío localizarlas.
  • La rápida puesta en marcha del proyecto da como resultado el establecimiento de sistemas MEAL que sólo se implementan parcialmente. Es fundamental contar con un sistema MEAL, ya que el seguimiento se incorporará a la evaluación.
  • Hay una creciente importancia de la rendición de cuentas ante las poblaciones afectadas.
  • Cuando se funciona en un contexto que es bastante frágil y existen dinámicas de poder específicas en regiones específicas entre gobiernos y diferentes organizaciones, la credibilidad puede verse afectada.
  • Seguir principios humanitarios y consideraciones éticas podría afectar el diseño de las evaluaciones de impacto y su implementación general.
  • En contextos complejos y en constante cambio, es esencial hacer ajustes flexibles, como reducir la recopilación de datos y acortar las encuestas. Debemos considerar cuidadosamente los métodos utilizados al realizar las evaluaciones.
  • La urgencia requiere una evaluación rápida para informar rápidamente los procesos de toma de decisiones.

Principios que guían la evaluación de impacto

Para afrontar eficazmente estos desafíos, la evaluación de impacto debe adherirse a principios clave:

  • Relevancia e idoneidad: La evaluación debe personalizarse para adaptarse al contexto específico y a las necesidades de la población afectada, teniendo en cuenta las características de la crisis humanitaria y el entorno operativo.
  • Rigor y Credibilidad: Utilizar metodologías que produzcan resultados confiables y creíbles, garantizando la confianza entre todas las partes interesadas.
  • Factibilidad: Realizar evaluaciones que sean factibles y realistas dados los recursos disponibles y las circunstancias sobre el terreno.
  • Ética y Equidad: Garantizar que el proceso de evaluación respete la dignidad y los derechos de todos los participantes, especialmente de los grupos vulnerables, y abarque diversos puntos de vista.
  • Transparencia y Participación: Involucrar a las partes interesadas en cada etapa del proceso de evaluación y ser transparente.
  • Utilidad y aprendizaje: Proporcionar recomendaciones prácticas que mejoren las prácticas y políticas humanitarias.
  • Responsabilidad: Exigir a los actores humanitarios que respondan ante los financiadores y la población afectada por sus acciones.

Conclusión

En conclusión, aprovechar los criterios del CAD/OCDE para la evaluación de impacto presenta una poderosa oportunidad para mejorar la eficacia y la rendición de cuentas de la asistencia para el desarrollo. El uso de los criterios de la OCDE/CAD es crucial para mejorar la evaluación de proyectos de desarrollo en todo el mundo.

Estos criterios proporcionan estándares y directrices vitales que promueven la transparencia, la rendición de cuentas y la eficacia en el logro de los objetivos de desarrollo global. A pesar de los desafíos, como navegar contextos humanitarios complejos y garantizar la rendición de cuentas, la adopción de estos criterios se ha convertido en una práctica estándar desde 1991.

Adherirse a principios clave como la relevancia, el rigor y la transparencia es esencial para navegar las complejidades de la evaluación humanitaria. En última instancia, el camino en curso para mejorar la evaluación de impacto con los criterios del CAD/OCDE tiene el potencial de impulsar resultados de desarrollo global significativos y sostenibles.

Recursos y lecturas adicionales: